La Luna se asoma casi todas las noches
por encima de los tejados,
se cuela por las ventanas,
se desliza por debajo de las puertas,
entra en las casas...
Un día mi chupete desapareció.
Mi madre me dijo que se lo había
llevado la Luna.
-¡Mentira!¿Cómo lo sabes?-le pregunté.