" AQUELLOS QUE SUEÑAN DE DÍA COMPRENDEN MUCHAS COSAS QUE ESCAPAN A LOS QUE SUEÑAN SÓLO DE NOCHE". E.A.Poe
Entra sin llamar y sueña...

29/9/10

EL ÁRBOL ROJO

EL ABRIGO DE PUPA

 

 
Pupa se pone cada mañana el abrigo de los miedos y sale a la calle envuelta en ellos. Y se pasa el día con miedo en el corazón. Con miedo a la soledad y miedo a que la quieran y también a que el amor la atrape. Con miedo a volar y con miedo a hundirse. Con miedo al cambio y con miedo a que todo siga igual. Teme el futuro, pero también teme repetir el pasado. Tiene miedo de no avanzar, pero también de dar un paso. Tiene miedo de los demás y también de sí misma. El peso de su abrigo de miedos es excesivo, la lastra demasiado...
El abrigo de Pupa es un canto a la liberación de los miedos que nos atenazan, que nos paralizan. Las imágenes, de fuerte carga simbólica y gran expresividad, están realizadas con mezcla de lápiz, texturas acrílicas, tinta y retoque digital.

LIBROS ILUSTRADOS PARA DEJAR VOLAR LA IMAGINACIÓN...

Sarah L. Thomson. Ilustrado por Rob Gonsalves

 
 
 

IMAGINA UN DIA...
Imagina que puedes bucear entre las ramas o nadar hacia el sol. Imagina que no necesitas alas para elevarte en el cielo… Imagina un día recrea todos nuestros sueños con impresionantes ilustraciones que nos hacen entrar en un nuevo universo.

IMAGINA UNA NOCHE...
Imagina que una noche... no consigues dormir y saltas tan alto que te elevas sobre una colcha de campos y bosques.
Imagina una noche recrea todos nuestros sueños con impresionantes ilustraciones que nos hacen entrar en un nuevo universo. 
 
IMAGINA UN LUGAR...
Imagina cualquier lugar que hayas podido ver en sueños...
Este libro te traslada a fantásticos lugares con impresionantes ilustraciones que nos hacen entrar en un nuevo universo.

El ilustrador, Rob Gonsalves (Toronto, 1959), es uno de los creadores actuales de ilusiones ópticas cuyo trabajo es más espectacular. Con influencias de Dalí, Magritte o Escher, este artista canadiense crea imágenes en que varios mundos se funden en una misma obra, de manera que los ojos de un puente se trasforman en barcos o el reflejo de los árboles en un lago da forma a mujeres que surgen de sus aguas.

Sarah L. Thompson ha recibido numerosos galardones, entre ellos al Mejor Libro de Ciencia Ficción, Fantasía y Horror (2001) por la Voice of Youth Advocates.


La novela cuenta la historia de Juan Salvador Gaviota, una gaviota que está muy aburrida de que su vida se limite a las disputas diarias por el alimento de sus compañeras gaviotas y tiene una ferviente pasión por volar. Él se presiona a sí mismo, aprendiendo todo lo que puede acerca del vuelo, evitando competir, hasta que su actitud da como resultado su expulsión de la bandada. En soledad, él vive practicando; es cada vez más exigente con sus habilidades. Juan descubre las técnicas básicas y avanzadas en el arte de volar pero, aún más importante: aprende el sentido espiritual y trascendente de lo que significa volar, y por ende el significado de la existencia.

19/9/10

LOS NADIES - eduardo galeano

LA EDUCACIÓN ES EL CAMINO


"La educación es el camino"
Palabras de José Mújica, presidente de Uruguay, pronunciadas en un discurso en favor de la Educación.


En esta vida, no se trata sólo de producir: también hay que disfrutar. Ustedes saben mejor que nadie que en el conocimiento y la cultura no sólo hay esfuerzo sino también placer. Dicen que la gente que trota por la rambla, llega un punto en el que entra en una especie de éxtasis donde ya no existe el cansancio y sólo queda el placer. Creo que con el conocimiento y la cultura pasa lo mismo. Llega un punto donde estudiar, o investigar, o aprender, ya no es un esfuerzo y es puro disfrute. ¡Qué bueno sería que estos manjares estuvieran a disposición de mucha gente!

Qué bueno sería, si en la canasta de la calidad de la vida que el Uruguay puede ofrecer a su gente, hubiera una buena cantidad de consumos intelectuales. No porque sea elegante sino porque es placentero. Porque se disfruta, con la misma intensidad con la que se puede disfrutar un plato de tallarines.

¡No hay una lista obligatoria de las cosas que nos hacen felices! Algunos pueden pensar que el mundo ideal es un lugar repleto de shopping centers. En ese mundo la gente es feliz porque todos pueden salir llenos de bolsas de ropa nueva y de cajas de electrodomésticos. No tengo nada contra esa visión, sólo digo que no es la única posible. Digo que también podemos pensar en un país donde la gente elige arreglar las cosas en lugar de tirarlas, elige un auto chico en lugar de un auto grande, elige abrigarse en lugar de subir la calefacción.

Despilfarrar no es lo que hacen las sociedades más maduras. Vayan a Holanda y vean las ciudades repletas de bicicletas. Allí se van a dar cuenta de que el consumismo no es la elección de la verdadera aristocracia de la humanidad. Es la elección de los noveleros y los frívolos. Los holandeses andan en bicicleta, las usan para ir a trabajar pero también para ir a los conciertos o a los parques. Porque han llegado a un nivel en el que su felicidad cotidiana se alimenta tanto de consumos materiales como intelectuales. Así que amigos, vayan y contagien el placer por el conocimiento. En paralelo, mi modesta contribución va a ser tratar de que los uruguayos anden de bicicleteada en bicicleteada.

Y amigos, el puente entre este hoy y ese mañana que queremos tiene un nombre y se llama educación. Y mire que es un puente largo y difícil de cruzar. Porque una cosa es la retórica de la educación y otra cosa es que nos decidamos a hacer los sacrificios que implica lanzar un gran esfuerzo educativo y sostenerlo en el tiempo. Las inversiones en educación son de rendimiento lento, no le lucen a ningún gobierno, movilizan resistencias y obligan a postergar otras demandas. Pero hay que hacerlo. Se lo debemos a nuestros hijos y nietos. Y hay que hacerlo ahora, cuando todavía está fresco el milagro tecnológico de Internet y se abren oportunidades nunca vistas de acceso al conocimiento.

Yo me crié con la radio, vi nacer la televisión, después la televisión en colores, después las transmisiones por satélite. Después resultó que en mi televisor aparecían cuarenta canales, incluidos los que trasmitían en directo desde Estados Unidos, España e Italia. Después los celulares y después la computadora, que al principio sólo servía para procesar números.Cada una de esas veces, me quedé con la boca abierta. Pero ahora con Internet se me agotó la capacidad de sorpresa. Me siento como aquellos humanos que vieron una rueda por primera vez. O como los que vieron el fuego por primera vez. Uno siente que le tocó en suerte vivir un hito en la historia.

Se están abriendo las puertas de todas las bibliotecas y de todos los museos; van a estar a disposición, todas las revistas científicas y todos los libros del mundo. Y probablemente todas las películas y todas las músicas del mundo. Es abrumador.
Por eso necesitamos que todos los uruguayos y sobre todo los uruguayitos sepan nadar en ese torrente. Hay que subirse a esa corriente y navegar en ella como pez en el agua. Lo conseguiremos si está sólida esa matriz intelectual de la que hablábamos antes. Si nuestros chiquilines saben razonar en orden y saben hacerse las preguntas que valen la pena.

Es como una carrera en dos pistas, allá arriba en el mundo el océano de información, acá abajo preparándonos para la navegación trasatlántica. Escuelas de tiempo completo, facultades en el interior, enseñanza terciaria masificada. Y probablemente, inglés desde el preescolar en la enseñanza pública. Porque el inglés no es el idioma que hablan los yanquis, es el idioma con el que los chinos se entienden con el mundo. No podemos estar afuera. No podemos dejar afuera a nuestros chiquilines. Esas son las herramientas que nos habilitan a interactuar con la explosión universal del conocimiento. Este mundo nuevo no nos simplifica la vida, nos la complica..Nos obliga a ir más lejos y más hondo en la educación.
No hay tarea más grande delante de nosotros "La única lucha que se pierde, es la que se abandona. Hasta la victoria siempre !!!

2/9/10

EL ÁRBOL QUE PERDIÓ SU SOMBRA


Cuando nace un árbol, sus primeros brotes guardan la memoria de aquellos primeros momentos. Y a medida que el árbol crece y crece, todos sus recuerdos van anotándose, uno tras otro, en sus hojas como si fueran las hojas de un libro; el libro de su vida.

Así, año tras año, en su despertar con la primera luz de la primavera, nuevos brotes de ramas verdes le hacen crecer hacia lo alto, de forma esplendorosa y floreciente. El árbol va cubriendo su copa de hojas y más hojas, que va llenando de anotaciones, de anécdotas, de buenos momentos, también de alguna tristeza…La copa del árbol se hace más y más frondosa. Durante el verano, su densa copa nos ofrece una estupenda y serena sombra escrita con todos sus pensamientos.
El árbol dedica ahora su tiempo a releer todas sus notas y si nos quedamos sentados bajo su sombravnos deja compartir con él todos sus pensamientos. Es un lugar perfecto, tranquilo, donde pensar y aprender. La sombra del árbol nos ayuda a crecer.

Cuando llega el otoño, el árbol acaba de releer todas sus notas y guarda sus más bellos recuerdos o aquellos no tan gratos que le permitirán crecer y madurar. Une las hojas formando un pergamino y las guarda envolviendo su tronco, un lugar seguro, que además le hace más fuerte y robusto. Así, año tras año, su tronco se hace más y más grueso. Si mirásemos en su interior encontraríamos dibujados bellos anillos de pergamino, perfectamente ordenados, que nos cuentan grandes historias de su vida o de cómo le fue durante aquel año.

Con la llegada del invierno, el árbol entra en un dulce y plácido sueño para descansar hasta que los primeros rayos de sol de la primavera le vuelvan a despertar. Pero en mi jardin hay un árbol viejo que está triste. Ha llegado la primavera pero no se acuerda de anotar nada en sus hojas. En su copa hay escasamente un pequeño velo de hojas y en ellas sólo veo escritas unas pocas palabras. Le veo rebuscar en su interior buscando entre los anillos. Entonces, se pone a releer viejos pergaminos para que le cuenten cómo le fue, quien es, qué hacer. Pero está desorientado, porque cada vez tiene menos fuerza para mirar hacia dentro y los pergaminos andan medio revueltos. Ha llegado el verano. La sombra con todos sus pensamientos es tan pequeña…

Me apoyo en su grueso tronco y miro con tristeza sus hojas. Leo sus palabras, escasas, tan simples y sencillas, tan divagadas. ¡Cuanto añoro la sombra de antaño! Pero sigo ahí, sentada bajo su escasa sombra, porque es y sigue siendo mi árbol preferido. El árbol que yo más quiero. Y aunque las notas son escasas, las releemos juntos y yo le añado palabras allí donde faltan. Sé que me escucha y que mientras yo esté sentada bajo su sombra leyendo, mantengo vivo su pensamiento, mantengo viva su memoria. Así que soy yo quien ahora rebusca en su interior. Cojo algun pergamino de antaño, y le leo lo que en él hay escrito. Y es entonces cuando noto como mueve algunas de sus ramas, como si intentara anotar todavía algún nuevo pensamiento.

Quién sabe…quizás anotar la alegría de recuperar aquella la memoria que ya creía perdida. A medida que transcurre el otoño, con cariño le ayudo a plegar las notas y a hacer el pergamino. Le ayudo a guardarlo para que su tronco continue estando lleno de pergaminos que lleven su nombre y también el mío escrito… Llega el invierno pero mi querido árbol no quiere ir a dormir. Se siente agitado y tiene el sueño ligero. Cojo su pergamino preferido y se lo leo. Y con sólo escuchar las primeras palabras se siente un poco más tranquilo y concilia el sueño. Pero aguardo a su lado, velando su sueño. Y en los momentos más duros del invierno, protejo su tronco desnudo de la fuerte lluvia y de las nevadas. Abono el suelo para prepararlo para cuando llegue el momento de volver a despertar y la lluvia de abril viene en marzo, apresurada, para regalarle sus primeras gotas de dulce amor primaveral. Y veo feliz como el Sol sale expresamente de entre las Nubes para ayudarme a templarle porque aún siente mucho frío, mientras el Arco Iris ilumina el cielo de colores para alegrarle el despertar.

Mi querido árbol logra con esfuerzo hacer brotar algunas pocas ramas verdes y hacer nacer algunas pequeñas hojas, pero ya no anota nada. Ahora soy yo quien escribe en sus hojas y quien seleccionarà las historias para guardar en el pergamino de este otoño. Y veo que mi árbol logra con esfuerzo hacer brotar algunas ramas verdes. Pero tiene la mirada perdida, hacia lo alto,y con dificultad me responde cuando le hablo, como si no oyera. Ayer le encontré otra vez embelesado, mirando hacia arriba. Y al mirar yo también descubrí unos pájaros que han querido hacer nido en sus desprotegidas ramas para ayudarle a hacer sombra. ¡Y me pareció verle sonreir! Parecía agradecido...como quien escucha melódicos trinos que alegran la mañana.

Es otra vez verano pero mi querido árbol ha perdido su sombra. Y aunque ya no sabe quien soy, me siento a su lado, allí donde un día me regaló su espléndida umbría. Ahora soy yo quien escribo por él todas sus notas para poder releerlas juntos como cada verano, para luego recogerlas en el pergamino de este otoño... Y cuando llegue el frío construiré un invernadero para que continúe sintiendo la calidez de su hogar. Y allí, sentada, apoyada en su tronco, le releerlé una y otra vez su pergamino preferido. Y ajenos a la tormenta, pasaremos horas y horas inmersos en extraordinarias historias vividas juntos mientras, a través de los cristales, veamos caer grandes gotas de lluvia. Y cuando acabe la tormenta y llegue la calma, me quedarán sus preciados papiros y el eterno orgullo de haber gozado de su espléndida umbría.


Cuento que relata de forma metafórica la evolución de la enfermedad de Alzheimer.

EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA


Fantasía adulta que simboliza nuestra ascensión por la montaña de la vida. Es una experiencia que expande nuestra mente, que nos llega al corazón y alimenta nuestra alma. El libro nos enseña, de una forma muy amena, que debemos liberarnos de las barreras que nos impiden conocernos y amarnos a nosotros mismos para poder, a su vez, ser capaces de dar y recibir amor.

LA CENICIENTA QUE NO QUERÍA COMER PERDICES


Un cuento moderno para adult@s que revisa, con mucho humor,

el papel que nos ha tocado a tod@s representar en este gran cuento que es la vida.

http://www.slideshare.net/begabi/la-cenicienta-que-no-quera-comer-perdices-presentation

EL ÁRBOL DE LOS AMIGOS


EL ARBOL DE LOS AMIGOS

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, más otras apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos. Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos.

El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá, que nos muestra lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros. Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien. Más el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz. Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies. Más también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas Vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca. Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra. El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.

Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad. Hoy y siempre... Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.